El verano es un regalo para ellos

En el sur de Europa, el sol es generoso cada verano, y casi durante los 12 meses. En Escandinavia, en cambio, Midsommar (o fiesta de inicio del verano) es una de las celebraciones más importantes del año y una ocasión especial para simbolizar el final de un largo y cruel invierno. Por ello, los nórdicos no encuentran mejor manera de darle la bienvenida a la época más deseada que reunir a amigos y familia y dejar las ciudades desiertas.

Normalmente, la fiesta dura del 20 al 26 de junio y suelen hacerla coincidir con el sábado. Aunque cada país le pone su propia guinda a Midsommar, lo que todos tienen en común es que, meses antes, empiezan a rezar (literalmente) para que el tiempo se porte.

Suecia: la cuna del Midsommar

La excepción a la fecha oficial se encuentra en Suecia. Fue este viernes 23 cuando los suecos daban la bienvenida oficial al verano. Es en este país donde más arraigada está esta tradición; hasta el punto de que empiezan a prepararlo con meses de antelación.

En Suecia, el Midsommar guarda una gran relación con la fertilidad y el amor. A partir de 1550, los granjeros comenzaron a cubrir sus hogares con flores frescas y levantaban un palo de mayo adornado con hierba y una corona de flores a cada lado. Esa noche, las mujeres más jóvenes y las solteras recogían siete tipos distintos de flores y las colocaban debajo de la almohada para atraer el amor. Al día siguiente, elaboraban coronas con ellas y se las colocaban en la cabeza.

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Un palo de mayo con coronas colgando y rodeado de familias y grupos de amigos

La tradición sueca de aquellos años consistía en comer patatas cocidas, arenques y pan con mantequilla salada, simbolizando humildad y sencillez. En la actualidad, el menú es más amplio: ahora cuentan con las típicas kötbullar (albóndigas), fresas que cultivan en los huertos de sus casas de campo y bollos de canela hechos por ellos mismos. Aún así, los suecos no son de los que más comen, puesto que luego permanecen horas bailando y cantando alrededor del palo de mayo.

La leyenda del Midsommar también contaba que todas las plantas adquirían poderes curativos durante la noche más corta del año y que el agua se transformaba en vino. En nuestros días, los suecos suelen hacer uso de esa historia como broma. Y es que el alcohol es un componente permanente en Midsommar. No hay época del año en que los servicios sanitarios vean más casos de intoxicaciones etílicas. Estas fechas son las únicas en las que las tiendas de Systembolaget (el principal proveedor de alcohol en Suecia) están hasta arriba. El resto del año, los suecos echan el freno. El litro de bebida allí está en 50 coronas suecas, algo más de 6 euros.

Finlandia: Johannus

San Juan se traduce como Johannus en finés y suele celebrarse en el sábado que caiga entre el 20 y el 26 de junio (en este caso, los finlandeses estuvieron de fiesta este sábado, 25). Como en Suecia, la inmensa mayoría de ciudadanos salen escopeteados hacia el campo. La tradición manda hacer un ritual típico finlandés el día anterior a Johannus: paso por la sauna que cada casita de campo tiene adosada y a continuación, chapuzón a cuerpo en el lago más cercano (que normalmente está a menos de un kilómetro de cada casa).

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Una mesa de comensales finlandeses celebrando Johannus

En Finlandia es muy común ver largas mesas a la intemperie, con más de 25 personas entre familia y amigos más cercanos comiendo, bebiendo y cantando alrededor de ella. Hace mucho tiempo, la estrella de Johannus en cuanto a gastronomía tenía que ver con los lácteos. Las vacas por fin volvían a dar leche tras el largo invierno y los pastos volvían a crecer. A día de hoy, la barbacoa es el centro gastronómico de la fiesta. La makkara (que no es otra cosa que salchicha) aderezada con todo tipo de salsas, es el plato más consumido. Normalmente se acompañan de patatas tostadas en el grill con aceite y romero. Y de postre, los típicos frutos rojos. Hay quien aprovecha y prepara tartas de hasta dos pisos con ellos.

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Una hoguera en un atardecer finlandés

Una vez saciados, construyen una hoguera a la orilla de los lagos o ríos. Como en el resto de los países vecinos, la tradición viene de los tiempos paganos y está destinada a ahuyentar a las brujas y los malos espíritus, y atraer buena suerte. En algunas regiones suecoparlantes también se baila alrededor del palo de mayo. Las puertas de cada casa se decoran con coronas de flores y ramas y las mujeres también adornan sus cabezas con ellas. Al final de la noche, los fineses brindan siete veces con vasos de Koskenkorva (vodka finlandés).

Johannus tiene dos curiosidades que no existen en ningún otro lugar de Escandinavia: la primera es que es el único momento del año en que la ley permite mantener izadas las banderas de Finlandia durante la noche, tanto en viviendas como en edificios públicos e institucionales. La segunda, que no está considerado un día sagrado como en Suecia, y por tanto, siempre hay gente que tendrá que trabajar. Para ellos, Helsinki abre sus saunas y facilita transporte gratuito a la isla de Seurasaari, donde la hoguera tradicional ve reunirse a completos desconocidos que terminan teniendo una relación de lo más fraternal.

Noruega y Dinamarca: el patriotismo por bandera

Noruegos y daneses celebrar la llegada del verano el 23 de junio en una jornada que ellos llaman Sankt Hans Aften (Víspera de San Juan), que históricamente se relaciona con el nacimiento de la figura religiosa de San Juan Bautista. Con el paso de los años, Sankt Hans se ha asociado con el poder de las fuerzas de la naturaleza. Como en Suecia, las plantas y flores adquieren propiedades curativas y las brujas eran quemadas en las hogueras. Por cierto, que en Dinamarca en particular, se cree que las brujas eran las mujeres de los sajones que llegaron de Alemania en 1860 y que plagaron de enfermedades la ciudad de Kalundborg.

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Una figura que representa a una bruja es devorada por las llamas

En Dinamarca no es tan común tener una casa en el campo, sino tenerla en la playa. Las hogueras se celebran a la orilla del mar y suelen ser menos numerosas que en los países vecinos. La tradición aquí es más modesta y familiar. Como mucho, lo corriente es encontrar a una familia de cinco o seis miembros alrededor del fuego. Durante meses, los niños tejen y construyen pequeñas figuras en madera y tela en los colegios que representan a las brujas. Una vez la hoguera está encendida, tiran las figuras al fuego. En los hogares más religiosos se llegan a quemar incluso cruces paganas. A continuación, y como fin de fiesta, se izan las banderas del país y se entona la canción «Vi elsker vort land» (Amamos nuestro país).

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Antigua ilustración que muestra a una familia finalizando Sankt Hans con música

Noruega, en cambio, se toma muy en serio eso de las hogueras. En 2010, los residentes de Ålesund construyeron la hoguera más grande del mundo e incluso batieron un récord Guinness. El escenario propicio para celebrar Sankt Hans en Noruega son las montañas y los fiordos. La costumbre también es juntar sólo a los familiares más cercanos y encender un fuego lo más alto posible. Después de cenar los alimentos típicos de la época vikinga (pescado seco acompañado de algas y verduras como el nabo, y de pan de centeno con mantequilla), brindan varias veces con vasos o jarras de hidromiel y terminan la noche cantando el himno noruego. Cuando la fiesta acaba, es tradicional escuchar a alguien en cada familia tocando una melodía vikinga con la flauta.

Islandia: Jónsmessa

En Islandia tienen sus leyendas particulares en torno a la Noche de San Juan Bautista (Jónsmessa en islandés). Celebrada la noche del 24 de junio, según el folclore local, las ballenas se convierten en humanos, las vacas hablan la lengua humana y los elfos salen de sus escondites para camelar con regalos a quien se cruce por su camino.

Más allá de parecer una locura, los islandeses disfrazan a los niños de elfos y los pequeños recorren las calles de todas las regiones armados con colgantes vikingos que elaboran junto a sus padres y profesores en el colegio durante semanas. La tradición manda que, a cambio, las personas que reciban esos obsequios deben entregar a los niños una cerilla.

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Atardecer desde Islandia

Ya de madrugada, y después de degustar arenques y carne de ballena ahumada, las familias se reúnen alrededor de una pequeña hoguera en cualquier lago o río que tengan cerca de casa. Son los niños, y no los adultos, los encargados de encender la hoguera usando las cerillas que los adultos les han dado a cambio de sus regalos.

Al igual que en Finlandia, la cantidad de luz en Islandia permite permanecer despierto durante toda la noche para ver una auténtica puesta de sol escandinava: lo más común es que, cuando parece que va a anochecer, el sol rebota en el horizonte y vuelve a salir.

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. santiago dice:

    Hola! Estupenda entrada y gracias por considerar lo suficientemente buenas las fotos de mi blog para documentarlo 🙂

    Si pudieras poner un enlace al post dando crédito (éste: http://www.biginfinland.com/juhannus-finlandia-guia/ ) te lo agradecería

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    1. Irene Liñán dice:

      Muchas gracias, Santiago. Por supuesto que sí. Actualizo los links ya mismo. Un abrazo! 😘

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