El primer ministro sueco remodela el gobierno para acallar un escándalo de filtraciones

Una fuga masiva de datos ha provocado un terremoto en el gobierno socialdemócrata de Suecia. El primer ministro, Stefan Löfven, dio una vuelta de tuerca al Gobierno este jueves para mitigar el impacto político que ya estaba causando el escándalo de unas posibles filtraciones de información sensible desde la Agencia de Transporte. El caso podría terminar sacando a los demócratas del poder. 

En 2015, el Gobierno adjudicó la externalización de los servicios de tecnologías de la información de la Agencia de Transportes sueca a una empresa privada sin respetar los procedimientos internos, según las declaraciones de la Policía. Ese fallo podría haber permitido la filtración de datos sensibles. La caja de los truenos se abría este mismo lunes, cuando el diario sueco Aftonbladet publicaba la información.

Löfven ha optado por reemplazar a los ministros de Interior, Anders Ygeman; e Infraestructuras, Anna Johansson. «No quiero ningún caos en mis políticas», dijo Löfven, según recoge The Local. «Tengo que asumir mi responsabilidad y no serviré a Suecia arrastrando al país a una crisis». Con estas declaraciones descartaba también su propia dimisión. El ministro de Defensa, Peter Hultqvist, también fue salpicado por las supuestas filtraciones, pero el primer ministro ha decidido mantenerlo en el cargo, ya que Hultqvist cuenta con muy buen cartel entre los partidos de derechas.

¿A qué se enfrenta la cúpula del Gobierno?

De acuerdo con las informaciones de Aftonbladet, Stefan Löfven confía en que esos dos cambios calmen los ánimos de la oposición, que ya esta misma semana decía tener intención de presentar una cuestión de confianza en el Parlamento. Sin embargo, la Alianza Conservadora (una coalición formada por los Moderados, el Centro, los Liberales y los democristianos) se resiste a dar un paso atrás.

Captura
El mensaje de la cabeza de cartel del Partido Demócrata Cristiano

La líder de los democristianos, Ebba Busch Thor, avanzaba que mantendrá la medida de fuerza contra el ministro de Defensa. «La confianza en él se ha agotado. El primer ministro no ha asumido su responsabilidad, así que se la pediremos en el Parlamento», escribía en Twitter. En caso de triunfar, esa cuestión de confianza obligaría a dimitir a los tres ministros y a convocar elecciones anticipadas. Aunque la cámara parlamentaria está en receso por vacaciones, la coalición ha pedido que la votación se celebre en los próximos 10 días.

¿Qué pasará con las filtraciones?

 

Löfven admitió que tanto el país como sus ciudadanos han estado expuestos a potenciales filtraciones de información relevante debido a la negligente forma en que se ventiló ese importante contrato con la administración pública. Desde fuentes del Gobierno se ha hablado incluso de que datos como matrículas de coches, cantidad de dinero ingresado o retirado de un banco por cualquier particular o incluso testigos protegidos han sido permeables a la fuga de datos.

Desde la Agencia de Transporte, sin embargo, desmienten cualquier tipo de fuga de datos, pero con todo ello, el primer ministro ha ordenado una investigación interna y ha prometido reforzar las leyes para impedir que el material sensible salga a la luz.

El escándalo es el más grave al que se ha enfrentado el Gobierno sueco desde su victoria en las urnas en 2014. La excusa de Löfven es que, aunque la Policía notificó las irregularidades hace dos años al Ministerio de Infraestructuras, él no tuvo conocimiento de ello porque la destituida Anna Johansson no le informó. Johansson, por su parte, le ha pasado la patata caliente al secretario de Estado correspondiente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s