Lo prometido es deuda. El gobierno de Islandia fue el primero del mundo en exigir categóricamente a las empresas nacionales que demuestren, negro sobre blanco, que los salarios femeninos son exactamente los mismos que los masculinos por las mismas tareas. En marzo de 2017, con motivo del Día Internacional de la Mujer, los gobernantes anunciaron una ley que obligaba a todas las empresas con más de 25 empleados a obtener un certificado que demuestre la igualdad salarial. También fueron pioneros.

Pues bien, el primer día de enero esta legislación se ha puesto en marcha: a partir de este mes de 2018, será ilegal que una mujer cobre menos que un hombre por hacer exactamente lo mismo, tal y como recoge el diario Al Jazeera. Una norma que ha terminado de confirmar a la isla de 330.000 habitantes como el país más feminista del mundo y el primero en intentar erradicar la brecha en los sueldos.
Efectivamente, la normativa exige a las empresas y agencias gubernamentales de más de 25 trabajadores que demuestren, con papeles, que no hay diferencias salariales por causa de género. Cada tres años los empleadores deberán renovar su certificado de paridad salarial. Los que no lo hagan o no consigan el objetivo, se enfrentarán a multas económicas.

«Hemos tenido una legislación que dice que el salario debería ser igual para hombres y mujeres durante décadas, pero todavía tenemos una brecha salarial», explica la miembro de la Junta de la Asociación Islandesa de Derechos de la Mujer, Dagny Osk Aradottir Pind, a Al Jazeera. «Creo que ahora la gente está empezando a darse cuenta de que este es un problema sistemático que tenemos que abordar con nuevos métodos. Nuestras mujeres llevan décadas llamando la atención sobre esto y estaba claro que la ley que teníamos hasta ahora no funcionaba», añade.
La medida ha recibido el apoyo unánime del gobierno de centro-derecha, de la oposición y de los partidos minoritarios en un Parlamento donde el 50% de los miembros son mujeres. Ya ha sido aplicada en otros países como Suiza, pero en este caso, suma el requisito de ‘obligatorio’ para permitir que las compañías continúen funcionando.
Women’s Day Off
Desde 1975, las mujeres islandesas se manifiestan cada año en una protesta conocida como Women’s Day Off. Siempre coincide con las 14:38, el momento exacto en el que las mujeres comienzan a trabajar gratis, según la media de la diferencia salarial respecto a los hombres.
Icelandic women have gone on strike today!#kvennafrí #Reykjavík #iceland pic.twitter.com/rTtWsMLnuR
— Seth Sharp (@sharpseth) 24 de octubre de 2016

Este clamor popular se hizo famoso en octubre de 2016, después de conocerse el dato de que, a pesar de que Islandia se había coronado por octava vez como el mejor país del mundo en materia de igualdad de género, las mujeres seguían percibiendo entre un 14% y un 18% menos de sueldo que los hombres por hacer sus mismas tareas.
Según un informe del Foro Económico Mundial, habría que esperar sentados a la igualdad de género, ya que podría retrasarse 170 años más, hasta el 2186, por el freno drástico de los avances en esa materia. El Foro señala que, precisamente entre los países que encabezan la lista de mayor igualdad, Islandia está en primera posición, por delante de Finlandia, Noruega y Suecia.
En la cola de la lista, Yemen, que es actualmente el peor valorado en esta materia de los 144 países evaluados. Por debajo de la media internacional de igualdad, China, Liberia y Emiratos Árabes Unidos. Hungría es el único país europeo clasificado por debajo de la media global.
Con estos datos, aportados en noviembre de 2017, ya se preveía que Islandia sería el primer país del mundo que se pondría manos a la obra para dar el mazazo definitivo a la brecha salarial de género. El compromiso es lograr acabar con ella al 100% en 2022. Hasta entonces, las islandesas continuarán saliendo a la calle para protestar. Un ejemplo de que, si se quiere, se puede.