El que hasta ahora ha sido primer ministro de Suecia y líder del Partido Socialdemócrata, Stefan Löfven, lleva desde las elecciones de este mes de septiembre pidiendo al 2019 sus mejores deseos para el futuro destino de su país en el terreno político. No es noticia que Suecia vive una situación de bloqueo desde los mencionados comicios: partidos de todos los colores y tendencias se han pisoteado unos a otros hasta llevar al país nórdico a meses de incertidumbre, sin gobierno y sin redacción siquiera de los Presupuestos Generales. ¿Cómo han llegado los suecos hasta aquí?
9 de septiembre: elecciones generales
Löfven y su equipo encararon previamente innumerables conflictos sociales y políticos (entre ellos, el ascenso de la ultraderecha de Demócratas de Suecia). Los resultados de los comicios de aquel día no dejaban lugar a dudas: no había ganado nadie. Socialdemócratas, Verdes, Izquierda, Moderados, Liberales, Centro, Cristianodemócratas… Ni uno de ellos lograba los 175 escaños necesarios para formar gobierno en mayoría. Había quien empezaba a pedir la cabeza de Löfven, que se negó a dimitir hasta no ver los resultados finales.

12 de septiembre: hay que pactar
Los socialdemócratas contactan con todos los partidos, salvo con Demócratas de Suecia, para intentar pactar un gobierno mixto con amplia mayoría que bloquee el ascenso de los extremistas. La alianza de la derecha (Moderados, Liberales, Centro y Cristianos) les ofrece un gobierno de centro-derecha con un papel de cooperación para los demócratas. Löfven se niega.

El Presidente del Parlamento sueco, Andreas Norlén / The Local
13 – 25 de septiembre: Löven peligra
Y los resultados preliminares (sí, tras cuatro días, seguían siendo preliminares) hablaron: la coalición de centro-izquierda había obtenido 144 asientos; el centro-derecha, 143; Demócratas de Suecia, 62. La alianza de derecha propone como Presidente del Parlamento a su candidato Andreas Norlén, que será finalmente elegido (con el apoyo de la ultraderecha) frente al candidato socialdemócrata.
El Parlamento vota para sacar a Löfven del puesto de primer ministro. Demócratas de Suecia se une a la alianza de derecha para acabar con él. Löfven preparaba ya su salida, pero en el último momento Norlén le pide que se quede como primer ministro de un gobierno provisional.
2 de octubre: música, maestro
El líder de los Moderados, Ulf Kristersson, es nombrado encargado de formar una propuesta de gobierno que sea apoyado en sede parlamentaria. Apenas 12 días después, Kristersson abandona su tarea por no obtener los apoyos necesarios.

15 – 29 de octubre: nuevo fracaso de Löfven
La tarea recae entonces en el primer ministro en funciones. El 15 de octubre es el primer día de intento y el 29, el último. Abandona por falta de apoyos.
5 de noviembre: golpe en la mesa del Presidente del Parlamento
Kristersson consigue la confianza de la Cámara para volver a intentar formar gobierno. El Presidente del Parlamento, Norlén, anuncia que Kristersson será propuesto formalmente como candidato a primer ministro con la intención de forzar a los partidos a tomar una decisión concreta después de dos meses en los que ninguno mantuvo una posición clara.
14 – 28 de noviembre: patinazo de la derecha
El 14 de noviembre, la Cámara rechaza en votación la candidatura de Kristersson a primer ministro. Tanto el Partido Liberal como el Partido de Centro votan en su contra, a pesar de formar parte de la alianza de derecha, en la que también están los Moderados de Kristersson. Liberales y centristas alegan que ese hipotético gobierno necesitaría el apoyo de los ultraderechistas Demócratas de Suecia.

La líder del Partido de Centro, Annie Lööf, recibe la tarea de formar gobierno. Una semana después, Lööf abandona el intento. Ninguna de las tres opciones que barajaba (alianza de derecha con socialdemócratas; alianza con Verdes; y gobierno centrista en minoría con mayoría de liberales) recibió suficiente apoyo, como tampoco lo recibió ella para llevar las riendas de un Ejecutivo en minoría.
La derecha da un paso a un lado y apoya la opción de que Löfven vuelva a ocupar el asiento de primer ministro, siempre que cumpla una serie de peticiones que movería al Partido Socialdemócrata a la derecha del espectro político. Löfven sólo responde que gobernará en una mecánica de «una de cal y otra de arena». Se establece la votación para investir a Löfven como primer ministro el 5 de diciembre.

3 de diciembre: cantando La Tarara
La votación se retrasa sin nueva fecha a petición del Presidente de la Cámara para darle más tiempo al primer ministro en funciones para que forme gobierno.
10 de diciembre: el Partido de Centro se lo ha debido de pensar mejor…
…y, tras afirmar hacía apenas unos días que apoyaría un nuevo gobierno de Löfven, decide que su voto será un no «tras negociar día y noche con los socialdemócratas», según declaran.
12 – 19 de diciembre: escribiendo el epílogo de la historia
Löfven es elegido formalmente como primer ministro e intentará formar gobierno entre socialdemócratas y Verdes. La votación para su proyecto se programa para el 14 de diciembre. Un día antes, el Parlamento rechaza de nuevo la propuesta del líder socialdemócrata, así como sus Presupuestos. Por contra, el proyecto presentado por el Partido Moderado y el Partido Cristianodemócrata gana una amplia mayoría de los votos.

Y llegó el 14 de diciembre. Stefan Löfven es rechazado de nuevo en votación en sede parlamentaria como primer ministro. Aún quedan dos oportunidades más antes de que Suecia se vea abocada definitivamente a repetir comicios, pero Andreas Norlén ya ha empezado a preparar esa hipotética cita: la penúltima intentona para formar Ejecutivo está prevista para el 16 de enero de 2019, con vistas a que la votación definitiva tenga lugar ese mismo mes. Norlén ha comenzado ya las conversaciones con los principales líderes y no descarta una tercera vía al margen de Löfven y del malogrado Kristersson. Y el eco de la nueva cita en las urnas suenacon fuerza. Mucha fuerza.